30/9/13

LUNES DE MADRUGADA

            I
La luz lo despertó de repente… bajó del bus y se internó somnoliento en la Terminal de Transportes, cruzó rápido hasta la puerta principal. Hacía frío, sacó de la mochila el saco negro que ella le tejió, tomó el primer taxi de la fila y se enrumbó a su casa.

Pensó en ella, se la imaginó allá en el cuarto “cuartito azul…”  tarareo un momento; las luces de la ciudad lo alegraron y al mismo tiempo se sintió nostálgico, tal vez melancólico, se mezclaron en su mente aquellos acontecimientos trágicos de los últimos días.

Esa había sido su primera misión importante, la primera vez que salía tan lejos a un operativo, pero también fue la primera vez que alguien se moría en sus brazos. Recordó el olor ferroso de la sangre, el corazón excitado, las manos sudorosas, el tiempo eterno del adiós de un Compita.  

El taxi llegó más rápido de lo esperado, se estacionó justo frente a la dirección que había dado, él bajó, pagó y encendió un cigarrillo, se escalofrió… tomó otra bocanada de humo y esperó pacientemente a que el auto desapareciera en la esquina. Acomodó su mochila y comenzó a caminar, a caminar a su casa, la casa de los dos, su primera casa, aquella que pensó no volver a ver y la misma que extrañó como nunca la noche que perdió la esperanza de regresar de nuevo.

II

Parecía que hubieran pasado años, pero pensó también que solo fueron unos cuantos días, unas pocas horas y un montón de minutos; por lo menos estaba vivo y tenía el resto de su existencia para recuperar el tiempo perdido… Encendió otro cigarrillo y sintió sus manos heladas, no sabía si era el frió o los nervios. El corazón latía con fuerza y sintió ese vacío en el estómago, ese vacío que sintió la primera vez que llegó tarde a la casa de sus padres, ese vacío que sintió la primera vez que lo miró a los ojos y le dio un beso, ese vacío que sintió cuando le dieron la orden de salir con ese grupo hace 15 días, el mismo vacío que se siente cuando te enfrentas a lo desconocido.

Levantó la mirada y reconoció la fachada de su casa, una sonrisa se dibujó en su rostro, apretó el llavero entre el bolsillo de su pantalón y sintió que coronaba… Acomodó su mochila, tomó aire y aceleró el paso, el celador lo saludó con una sonrisa un tanto burlona y él solo asintió con la cabeza.

Otra vez frente a esa puerta (pensó y tomó aire, fuerte y pausadamente). No quiso hacer ruido, abrió con paciencia y cerró con toda la delicadeza, no quería despertarla; quería llegar hasta su cuarto y mirarla dormida, darse el tiempo necesario para saborear con la mirada ese espectáculo, verla así placida, serena, hermosa como era, dulce, tierna… Cuantas veces se quedó despierto, tendido a su lado velando su sueño, cuantas veces lloró en silencio pensando en lo feliz que era a su lado, cuantos amaneceres lo pillaron recorriendo su rostro placido, mientras él se extasiaba con su calida presencia.

Subió las escaleras una a una, sin hacer ruido alguno, la luz de la calle entraba por las ventanas y sitió el calor del hogar, ese ambiente tibio y placentero y se sintió feliz… Abrió por fin la puerta del cuarto y no supo, no alcanzó a entender la escena que se presentó ante sus ojos. Ella estaba allí dormida, tranquila, serena… Abrazando otro cuerpo.

Encendió la luz y ellos despertaron de repente y como en un pasaje bíblico, se sintieron desnudos. Solo se miraron un momento y el silencio lo cubrió todo; solo y en silencio abandonó la casa, embriagado de rabia y de dolor. Una y otra vez pasó por su memoria aquella escena y sobre todo el brillo de ironía en los ojos del celador.

Sintió que definitivamente quien debió morir en el operativo era él y no su amigo.


III

La tarde estaba fría, pero de todas formas “el asado” debía comenzar, sacó de su mochila con cuidado de no estropear su contenido, una camiseta negra, la cual usó como pasamontañas. La sangre le hervía y el estruendo de los petos aceleraba aún más el pulso de su cuerpo. Los gritos, las consignas, las piedras; habían logrado ganar un buen tramo de la avenida y él avanzó con decisión hacia la tropa. Un compa le dijo que regrese, él ni siquiera la escuchó mientras gritaba, mientras pensaba sin pensar, que ya estaba muerto, que nada ni nadie podía hacerle daño alguno.

Fueron solo unos pasos, sacó de su mochila una granada a la que le había pintado un corazón, le arrancó el seguro y se abrazó al primer agente que alcanzó… Antes de volar en átomos brindó por ella y recordó el brillo de sus ojos el día en que le dio el primer beso. 


Oración por la paz Por: Jorge Eliecer Gaitán Ayala


Señor Presidente Mariano Ospina Pérez:
Bajo el peso de una honda emoción me dirijo a vuestra Excelencia, interpretando el querer y la voluntad de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para la patria.
En todo el día de hoy, Excelentísimo señor, la capital de Colombia ha presenciado un espectáculo que no tiene precedentes en su historia. Gentes que vinieron de todo el país, de todas las latitudes —de los llanos ardientes y de las frías altiplanicies— han llegado a congregarse en esta plaza, cuna de nuestras libertades, para expresar la irrevocable decisión de defender sus derechos. Dos horas hace que la inmensa multitud desemboca en esta plaza y no se ha escuchado sin embargo un solo grito, porque en el fondo de los corazones sólo se escucha el golpe de la emoción. Durante las grandes tempestades la fuerza subterránea es mucho más poderosa, y esta tiene el poder de imponer la paz cuando quienes están obligados a imponerla no la imponen.
Señor Presidente: Aquí no se oyen aplausos: ¡Solo se ven banderas negras que se agitan!
Señor Presidente: Vos que sois un hombre de universidad debéis comprender de lo que es capaz la disciplina de un partido, que logra contrariar las leyes de la psicología colectiva para recatar la emoción en un silencio, como el de esta inmensa muchedumbre. Bien comprendéis que un partido que logra esto, muy fácilmente podría reaccionar bajo el estímulo de la legítima defensa.
Ninguna colectividad en el mundo ha dado una demostración superior a la presente. Pero si esta manifestación sucede, es porque hay algo grave, y no por triviales razones. Hay un partido de orden capaz de realizar este acto para evitar que la sangre siga derramándose y para que las leyes se cumplan, porque ellas son la expresión de la conciencia general. No me he engañado cuando he dicho que creo en la conciencia del pueblo, porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente en esta demostración, donde los vítores y los aplausos desaparecen para que solo se escuche el rumor emocionado de los millares de banderas negras, que aquí se han traído para recordar a nuestros hombres villanamente asesinados.
Señor Presidente: Serenamente, tranquilamente, con la emoción que atraviesa el espíritu de los ciudadanos que llenan esta plaza, os pedimos que ejerzáis vuestro mandato, el mismo que os ha dado el pueblo, para devolver al país la tranquilidad pública. ¡Todo depende ahora de vos! Quienes anegan en sangre el territorio de la patria, cesarían en su ciega perfidia. Esos espíritus de mala intención callarían al simple imperio de vuestra voluntad.
Amamos hondamente a esta nación y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que navegar sobre ríos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable.
Señor Presidente: En esta ocasión no os reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os pedimos que nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante propios y extraños. ¡Os pedimos hechos de paz y de civilización!
Nosotros, señor Presidente, no somos cobardes. Somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. ¡Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para salvar la paz y la libertad de Colombia!
Impedid, señor, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana, que es lo que puede pedir un pueblo. En vez de esta fuerza ciega desatada, debemos aprovechar la capacidad de trabajo del pueblo para beneficio del progreso de Colombia.
Señor Presidente: Nuestra bandera está enlutada y esta silenciosa muchedumbre y este grito mudo de nuestros corazones solo os reclama: ¡que nos tratéis a nosotros, a nuestras madres, a nuestras esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes, como queráis que os traten a vos, a vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos y a vuestros bienes!
Os decimos finalmente, Excelentísimo señor: Bienaventurados los que entienden que las palabras de concordia y de paz no deben servir para ocultar sentimientos de rencor y exterminio. ¡Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad para los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!
Jorge Eliécer Gaitán 7 de febrero de 1948 en la Manifestación del Silencio en la plaza Bolívar de Bogotá

29/9/13

PLENILUNIO


En sus ojos una extraña tristeza la hacía eternamente niña. Un halo de ternura acompañaba el más mínimo de sus movimientos, su cara de ángel, su voz siempre firme y sus manos como alas que surcaban el espacio y el tiempo, es mi visión de ese momento que he guardado en mi mente para siempre.

Como un espacio lejano que irrumpe al graduar la lente del telescopio, ella apareció para mí, nunca el amor ha sido tan completo, la luz, la música y el contacto de su mano prodigiosa llevándome por una especie de túnel. Su cuerpo como una obra de arte del más perfecto realismo, esa boca húmeda y carnosa, sus ojos de miel resaltando sobre su rostro pálido, nunca el amor ha sido tan complejo.

Llenaba  el espacio de una alegría embriagante, contagiosa y con su vos que repetía una canción, que se trasforma en mantra, mientras se deslizaba como sobre una nube. Termina la canción y se sienta a mi lado, sonríe complacida y me toma de la mano. Nunca el amor ha sido tan sincero.

Se había predestinado para mí, lo susurró en mi oído.

La angustia hizo burbujas en mi estómago y no pude esperar más para besarla,  sabia como yo que este tiempo en el campo de juego había comenzado y yo sin decir una palabra, imploraba a todos los dioses, que este instante durara para siempre. Nunca el amor había sido tan urgente.

Tomé su mano entre mis manos e intenté darle calor, la atracción era incontenible. Y entonces le hable de amor; le conté de las veces que la vi pasar sin que ella se percatara de mi existencia y de cómo en silencio, suspiraba por ella; le conté de mis viajes por lejanos desiertos, de los mares surcados en otros tiempos, le hablé de ciudades increíbles y de los templos del viento, de las montañas escarpadas y le conté de mis sueños.

Ella me miraba con esos ojos donde se agitan torbellinos de fuego, fuego que me abrasa y no me quema, fuego creador, fuego fundante. Intuyo con mis manos el camino hacia mis sueños y también a mis desvelos y entonces una fuerza avasalladora nos recorre desde adentro, en un momento un maremágnum destruye la realidad y la vuelve a recrear por completo. Yo  me dejo llevar por la corriente. Nunca el amor ha sido tan perfecto.

Subimos a su habitación como una exhalación y dimos comienzo a una adorable fusión, fusión del núcleo de lo que fueron dos cuerpos, que se fundieron en uno con recorridos certeros, que se acoplaron con ternura y con sus besos, besos de carne ardiente, besos poéticos y diestros.

Sentí en mí, la fuerza de un animal mítico mientras su cuerpo se amoldaba a mis embates, como si fuera parte de su propio vientre, recorro el camino hasta principio de los tiempos, una y otra vez paseando en sus caderas mis manos como diez aves que recorren un camino que conocen de memoria, sin importar que sea su primer encuentro.

Besé su cuerpo sin dejar un solo espacio, la luz de la luna como un baño de plata nos cubre por completo y sin mediar ningún preámbulo decidimos amarnos hasta el alba, hasta que seamos envidia del mismísimo cielo.

Sonrió complacida y entonces me dejé caer entre sus brazos extasiado y feliz, relajado y contento. Me encadené para siempre, descubrí entonces y a penas hoy lo entiendo, que estábamos destinados a la inmortalidad, a la eternidad del amor, que son instantes que nunca acaban, pase lo que pase, memoria, olvido o tiempo.

¿QUE ES LA PAZ? Entrevista a Jaime Bateman

He trascrito la entrevista de Bateman en 1982, que describe el momento actual de una manera muy clara, el M-19 vive, porque las cosas en Colombia no han cambiado y hemos cumplido con la paz, pero la oligarquía colombiana le ha hecho conejo a la paz.

Jaime Bateman Cayón: ¿Qué es la paz? En primer lugar.
¿La paz es que se acaben los combates guerrilleros?  
¿O la paz es que dejen de morirse 400 niños al día?
¿Qué es la Paz?
¿La paz es que sigan deambulando por las capitales del país, dos millones de personas? ¿DOS MILLONES DE PERSONAS, hambrientas, desesperadas?
¿La paz es que la gente tenga que hacer ranchos, como los que se hacen en las grandes ciudades de Colombia?
¿La paz es que el 70% de la población colombiana siga desnutrida? ¿Esa es la Paz?
¿O la paz es darle la seguridad y la tranquilidad a cinco o seis mil guerrilleros?
Bueno, no. 
La paz pasa por la Justicia social, por allí es donde pasa la paz.
Por eso yo le digo, no hay que preocuparse por el movimiento guerrillero, el problema no es el movimiento guerrillero, el movimiento guerrillero es la vanguardia de la protesta en el país. Pero el movimiento guerrillero no es absolutamente todo el pueblo.
Miremo hacia el pueblo, miremos a las soluciones del pueblo. Yo estoy de acuerdo que las soluciones económicas no son a corto plazo, son a largo plazo, pero que se vean y nosotros no las vemos. Nosotros lo que vemos es el fortalecimiento de sistema, lo que vemos es el fortalecimiento de un Estado clientelista, lo que vemos es el fortalecimiento de la próxima campaña electoral, lo que vemos es el fortalecimiento de quien va a ser el próximo Presidente de la Republica, ya eso está escogido, porque son los mismos, con las mismas. Ha cambiado el estilo, ha cambiado la sonrisa, han cambiado las buenas intenciones. Pero este país no vive de las buenas intenciones, de las sonrisitas de un Presidente, ni de las buenas intenciones de un Presidente. Queremos hechos…




28/9/13

Este discurso no será olvidado ( Pepe Mujica - Río+20 )

OTRA VEZ LA REELECCIÓN


En la pelea de Uribe y Santos no están en juego los motivos económicos del modelo neo liberal, bajo el cual se han acabado de enriquecer tanto sus socios y sus familiares y que hace que cada vez más se ahonde la pobreza extrema, lo que tiene agarrados a los dos sectores de la oligarquía colombiana, la oligarquía de siempre con la emergente, es la administración de las migajas que se reparten del robo continuado y la venta de nuestros recursos nacionales a las multinacionales.
 
Parecen pelear hasta la muerte, pero esto esta fríamente calculado, en este modelo económico todo encaja, la gente de Uribe y sus uribestias, enfrentan a Santos y a sus amigos, que antes eran sus amigos y socios. En el papel eso es irreconciliable, así lo venden, así lo muestran, así lo pregonan. Pero al final son los mismos, los mismos socios, las mismas trasnacionales, el mismo capital financiero, los mismos depredadores sin alma.
 Claro que está, que lo que se juegan son los contratos, concesiones, comodatos, cuotas políticas, donaciones y préstamos sin retorno; como siempre lo han hecho. Para ellos el poder Ejecutivo, solo se mide con los resultados en el plano económico de sus cuentas empresariales y personales, lo demás es discursearía barata. Al final siempre se terminan juntando, son el mismo grupo de familias que se ha repartido el poder, por dos siglos en este país.
 No se pelean la administración de las limosnas que le dan a los dignificados de la política económica, no se están definiendo quien comandará el ejercito de pobres, el ejércitos de futuros camisas negras adoctrinados en las largas jornadas de hacer colas por la limosna del día. Ellos los beneficiarios de los programas limosneros, son parte del engranaje, desplazados, receptores del desplazamiento, población por debajo del índice de pobreza, pobres y más pobres, que además engrosan los millones de desempleados y sub empleados, con hijos, con padres, con víctimas de la guerra… 

Se pelean si, la definición de los grandes contratos con las multinacionales mineras, con las concesionarias viales, las migajas que les caen de las multinacionales financieras, que compran a huevo y venden a precio de oro, nuestros recursos nacionales.

En fin, el futuro de hombres, mujeres, niños, niñas, ancianos que se convirtieron en millones de menesterosos deambulando por las migajas que además de romper la columna vertebral de la dignidad enriquecen cada día más a los grupos financieros; les importa poco. Al fin y al cabo ellos y ellas votan, votan y les consiguen votos, se multiplican como ratones de laboratorio, viven agradecidos de las limosnas, abaratan el mercado electoral y como en los viejos tiempos se los puede llevar en manadas con cedula en mano, con el número de código del carnet, con las listas de registro únicos de beneficiarios.
 
Los millones de dignificados y población vulnerable que se puede mostrar a la comunidad internacional como población receptora de los beneficios del gobierno, reelige al mismo gobierno. Un gobierno que con una mano mata a sus opositores y con la otra reparte regalos, sobornos disfrazados de beneficios y los pobres seguirán haciendo filas interminables, llorando por seguir en los listados y aguantando el trato de tercera que reciben para callar cualquier disturbio, cualquier reclamo, así sea en ejercicio legal de pedir lo justo, tal como lo determina el Estado Social de Derecho, que cada día es más, el Estado antisocial de Derecha.
En el enfrentamiento Santos Vs Santos, no se define la contradicción de la política del Estado, no se enfrenta el Estado Comunitario vs el del Estado Social de Derecho, el del Estado de opinión vs la división de poderes que desde la creación de los Estados Unidos de Norteamérica es el emblema de la democracia burguesa en oposición a las dictaduras de todas las pelambres, ni siquiera eso.
Aquí no se está desbaratando la diatriba de la moto sierra, solo se está pugnando por el incremento de los dividendos de unas cuantas familias, que si observamos con lupa, son familiares entre sí, es decir, la lucha Santos Vs Santos.
Jamás se había hecho un atentado a los derechos civiles como se está haciendo ahora bajo el amparo de las supuestas mayorías, ni siquiera en las dictaduras conservadoras tan funestas a la Patria o en la dictadura Militar del abuelo de Samuel se había visto este amparo a la corrupción mafiosa en el poder.
Hoy estamos ante la debacle de una democracia que ni siquiera se asoma a una social democracia, un acto de una sola familia que nos regresa al del siglo XIX, reafirmando el gobierno oligarca que jamás dejó asomar las reformas sociales que nuestros vecinos (Ecuador y Venezuela por ejemplo) pudieron desarrollar hace más de un siglo.
Porque aquí lo que se gesta es una sociedad de áulicos y de comités de aplausos a la dictadura constitucional de los Santos (Uribes, Vargas, etc), de sus ejércitos de camisas negras, de esos hombres y mujeres dispuestos a vender hasta a la madre, por las limosnas.
En su pantomima han sacado a bailar hasta la Justicia Penal Internacional, pues para nadie es un secreto que Uribe como Fujimori o como cualquier dictador quedará a la deriva cuando quede sin poder, tendrá que enfrentar los delitos de magnicidio, genocidio y etnocidio; delitos de lesa humanidad que podrán ser reclamados en cualquier corte que no sea laxa o justificante todos los oprobiosos vejámenes que en esta nuestra patria se cometieron a diario, pero en esa amenaza cae el amenazante Presidente, pues él fue el Ministro que se convirtió en su candidato, el socio que ayudo a cometer las fechorías.
Por eso y por mucho más, por el deber que tenemos con la humanidad, con nuestros viejos y nuestros hijos, por simple vergüenza debemos construir la fuerza que nos lleve a conquistar la Patria del tamaño de nuestros sueños, que hoy está en el límite del no retorno. A la alternativa oligárquica de Santos al cuadrado, le demos responder con inteligencia y sensatez para juntar a todos y todas por el bien de nuestro pueblo y nuestra propia sobrevivencia.


ETERNIDAD


27/9/13

MEMORIA


EL PARQUE DE SAN ANDRES


“¿Alguna vez has tenido un sueño, que pareciera tan real que no lo puedes distinguir de la realidad? Y si no pudieras despertar de ese sueño, ¿cómo sabrías que estas soñando?” El Oráculo (The Matrix)

Muchas veces he tenido esa sensación de que estamos siendo parte de un sueño, o que somos el sueño de un dios como los antiguos Hindúes lo creían para terminar descubriendo que el  mundo, nunca existió, solo fue un sueño.

Entonces me regreso en el espacio tiempo, a ese pedazo de ciudad que es más que cemento o ladrillos, esa parte de nuestra vida que es y existe porque así lo quisimos, porque allí vivimos, allí sentimos… Como el parque de San Andrés (a penas ahora me entero que es una plazoleta), ese rincón de ciudad que trae los recuerdos a mi piel, a mis sentidos y que tendré gravados por siempre en mi mente.

En él, en sus rincones, sus esquinas jugué cuando niño, después de salir de la misa, de la escuela, de la casa. Antes era un espacio más bien agreste roñoso y hostil, hoy es un espacio más bien amable; con la diferencia de que en aquellos días estabas vos y no este montón de alcohólicos irredentos y otros en la alocada carrera de lograrlo.

En este parque pasé horas enteras esperando que salieras del colegio, amé la esquina donde te esperaba desde entonces, sus paredes, el atrio del templo y la calle 17 donde caminábamos juntos riendo de cualquier tema que podíamos poner para avanzar hasta tu casa.

Su tierra es hoy como mi piel, me siento sobre el césped que maltratan las pisadas y sonrío recordándote. ¿Cuántas veces desee besarte cuando salieras por esa puerta? ¿Cuántas veces esperé tomarte de la mano?... La verdad son incontables, como incontables fueron los besos y caricias que nos dimos después de vencer nuestras vergüenzas.

Estas calles de la 16 a la 18, de la 31 a la 27 se encuentran plagadas de recuerdos, trasformadas hoy por la urbe, pero que no pueden dejar de ser las calles de los dos, porque en sus esquinas, en sus paredes repintadas, están impregnados nuestros cuerpos, nuestros deseos, nuestros pensamientos, nuestros sueños.

Todo se quedó en estas calles, los gestos, la ternura, los helados en el Ley, los jugos en el Dinai’s, los juegos en el parque infantil, la inocencia y tus primeros rubores, mis manos en tus manos, mi boca en tu boca, el guiño cómplice, la sonrisa picara, las noches escuchando la música que nos gusta, porque ¿sabes? Vos aun eres mi música.

Luego de las clases corría del Liceo por toda la 18 cruzaba la Plaza de Nariño, el Ley, Don Pancho y subía por la 28 para estar a tiempo en el parque de San Andrés para esperarte, para extrañarte, para desearte, para escuchar y adivinar la melodía de tu risa, risa música, risa que se quedó para siempre en mis sentidos, risa que puedo saborear aún ahora, risa que puedo tocar y que se empapa en la punta de mis dedos y que sigue llevándome a espacios eternos, sin tiempo, espacios con olor y con sabor, con sudor y con espasmos.

¿Quién iba a pensar que esta calle llevará tanto de los dos?

Entonces vos salías, a veces te hacías la que no me veías y tus amigas se reían, otros días corrías a encontrarme, me abrazabas y la tarde para mí era de todos los colores, así como lo había descubierto muchos años antes el poeta Aurelio Arturo y además para mí era de todos los sabores.

Hoy eres tan real como soñada, tan soñada como cierta, saltas desde el tiempo y te apoderas de mi mente, de mis sueños, de mis creencias ancestrales. Retumbas en mi mente, hierves de nuevo entre mis manos, tangible como estatua formada por las gotas de tu aliento, de tu sudor, y aún de mis lágrimas.

¿Cuántas veces volví a estas calles a buscarte? Cuántas lagrimas se escaparon de mis ojos…

Pero un día, cuando la música dejó de llenar mi mente y dejé de venir a este parque caminé hasta la 20 y me metí donde la Chava y te lloré junto a Carlitos Gardel y te soñé mi Malena y mi Yira y maldije mi suerte y extrañe a punto de morir ese cuartito azul donde nos amábamos, el mismo que me hizo conocer tu geografía, donde conquiste tus bosques y tus fuentes y explotábamos en convulsiones en las que se escapaba mi vida entre tu cuerpo.

“La Matrix está en todos lados. A nuestro alrededor, aún aquí, en este mismo cuarto. La ves cuando miras por la ventana, cuando enciendes el televisor, la sientes cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos. Es el mundo que te han puesto sobre los ojos para cegarte a la verdad”. Morfeo (The Matrix)


¿Qué tal que al despertar estuviera de nuevo en esta esquina, comiéndome una forcha y esperando que salieras? ¿Qué tal si al abrir mis ojos volviera a mirarme reflejado en tus ojos y te moridera con sutil presión los labios? para que me digas: “Yo puedo guiarte; pero tienes que hacer exactamente lo que te diga”.        
Jorge Narváez C.

25/9/13

MAR PACIFICO


Ruben Blades - Patria

Herencia de timbiquí - Amanece (video oficial)

Ella Fitzgerald la Primera dama de la Canción

No hay comparación alguna con esta cantante ni hoy, ni nunca,  además de ser un icono de la música popular estadounidense, es un icono universal del  Jazz, su voz melodiosa que invita a soñar acompañada por  Louis Arsmtrom o a capela tiene la magia que trasciende el tiempo.
La reencontré en estos días en las páginas favoritas de la música que escucha mi hijo Vladimir de 14 años, temas de Ella rescatados del tiempo y enmarcados en un nuevo contexto. La magia de Lady Ella se había apoderado de otro melómano más.

El tiempo y el momento en que Ella vivió, los Estados Unidos de mediados del siglo XX, son de por si un llamado a la reflexión, una mujer, negra, pobre que triunfa a pesar de tantas vicisitudes puede ser el marco cinematográfico del  sueño americano. Pero más allá de eso es el recuerdo perenne de que en el país más rico del mundo, en el imperio militar más poderoso, coexistían bajo la mirada impávida de sus ciudadanos, con uno de los crímenes más atroces de la humanidad; el  sistema organizado, controlado y permitido por las leyes y la sociedad de segregación racial.
Hay que imaginar una mujer de las calidades humanas y artísticas como Ella o cualquier negro de los Estados Unidos , en medio del odio generado por los blancos que se auto proclamaban superiores.
Entre  1870 y 1970, una vez abolida la esclavitud e influidos por las ideologías racistas que en Europa se pregonaban a través de sectas y diarios,  se crea un sistema de segregación racial en el que los blancos nórdicos establecieron su supremacía sobre negros e hispanos. En una utilización burda del legalismo, como los Estados no podían eliminar los derechos de los negros al estar garantizados por la constitución, se usó el término de “segregación” con el concepto de “Separated but Equal” (Separados pero iguales). La idea era que mientras las oportunidades ofrecidas a ambas etnias fueran iguales, la segregación era legal.
Pero al final en la realidad, se instauró un régimen de apartheid en el que más de 13 millones de negros y con ellos mestizos y latinos, eran obligados a vivir apartados del resto de la sociedad. Las viviendas, escuelas, transporte, hoteles, restaurantes, incluso los baños estaban divididos para evitar que el hombre blanco se “contaminara”  del negro.
En algunas ciudades se llegó a aplicar una ley marcial que prohibía a los negros salir a la calle a partir de las diez de la noche. Todas las instancias de la vida estaban divididas, los clubes nocturnos más aun, clubes en los que Ella, Billie Holiday, James Brown, BB King, Louis Armstrong, Dizzy Guillespie, Ray Charles entre otros, no podían asomar las narices.
Ese momento lo rompen los negros con la creación musical más magistral del siglo XX, que junto con la Salsa por parte de los otros segregados, revoluciona el imperio en sus entrañas musicales, sociales y culturales.
Ella, la primera dama de la canción, la cantante de los vibratos sonoros, el sonido que dibuja una época desde aquí te recordamos y te seguimos amando.

24/9/13

UN ADIOS A LA GUERRA… UN COMPROMISO PERMANENTE POR LA JUSTICIA SOCIAL




23 años después de nuestra apuesta por una Colombia en Paz, Libre y Soberana refrendamos nuestro compromiso con el Pueblo.

Juramos ante la memoria de todos nuestros héroes de Abril seguir la lucha inquebrantable por que en las ciudades y los campos de nuestra Patria la segunda independencia, trunca por la traición y la infamia de la Oligarquía, sea por fin el motivo de júbilo de nuestros hombres y mujeres y el motor del desarrollo social de nuestras regiones.

Colombia necesita de nuestro compromiso, hoy más que nunca, se cierne desde las cavernas más oscuras de la extrema derecha el puntillazo final al proyecto democrático del Estado social de Derecho conseguido en el papel y en deuda aún con la Nación colombiana. La Asamblea Constituyente de 1991 demostró que era posible llegar a acuerdos concertados entre todos, pero demostró también que para que esto sea posible, debíamos blindar los acuerdos alcanzados con el mismo Poder Popular con el cual llegamos a negociar con la clase política marrullera de la oligarquía colombiana.

Se dejaron inconclusas muchas partes de la Constitución Política, se ganó en el texto pero se perdió en la practica; se permitió que los partidos tradicionales recompusieran sus estructuras y lo que es peor aún, se dejó en manos de la extrema derecha el discurso de la seguridad y en manos de la extrema izquierda el discurso de la rebeldía y la trasformación social. Por esas troneras entraron quienes hoy dominan el País, por esa falta de convocatoria social se perdió el norte de un proyecto de Patria en donde de verdad alcancemos todos.

Por eso hoy tenemos una urgencia, la de un País que quiere la Paz, la urgencia que nos imponen miles de compatriotas: Derrotar a la oligarquía y propiciar para bien de la Patria la negociación del fin de la guerra con los alzados en armas, en un camino concertado hacia el fin del conflicto social que imponga el querer de las inmensas mayorías por encima del interés de las minorías en armas.

Nosotros hicimos el gasto sin importar los costos, nuestros mejores hombres y mujeres quedaron en el camino, pero debemos entender que esos costos que tenemos que seguir enfrentando por la reconciliación son ínfimos comparados con los costos que la Patria sigue pagando por la violencia generalizada. Eso fue lo que nos legaron Bateman, Iván Marino, Fayad, Pizarro y Raulito, ese el reto por el que dieron la vida miles de colombianos.

Hoy entonces, al fragor de la guerra fratricida cuado la oligarquía  pretende hacernos creer en una guerrilla acabada y derrotada, con una Izquierda fraccionada y empeñada en repetir una y mil veces la escena de la “Patria Boba”, en un país en el que los sueños de cambio se hacen urgentes, mientras nuestra amada Colombia juega el papel del hijo descarriado, con miles de pobres y millones de miserables gracias a la debacle económica del capitalismo salvaje; hoy compañeros y compañeras las banderas de la DEMOCRACIA PLENA, la Justicia Social, la rebeldía sin tapujos, la alegría de la fiesta y el sancocho batemaniano, se hacen necesarios para juntar compromisos, afinar decisiones y encaminar voluntades y así alcanzar el sueño de la PATRIA DEL TAMAÑO DE NUESTROS SUEÑOS.

El sueño de Bolívar se debe cumplir eso es una certeza, escojamos el camino volvamos cada uno de nuestros Colectivos de estudio y Trabajo una barricada por la esperanza y enfrentemos al terror fascista con la fuerza del Pueblo irreverente.

Hoy es el tiempo, el amor por una Patria Grande y soberana nos debe movilizar para evitar que nuestros hijos vivan otros CIEN AÑOS DE SOLEDAD.

Nuestro reto reorganizar el M-19
Nuestra tarea organizar Colectivos de Estudio y Trabajo
Nuestro escenario el barrio, el colegio, la universidad, la fabrica

Nuestra meta una Patria para todos.

BUSQUENME SANTIAGO FELIU

CAMPESINO

23/9/13

AMANECER


SUBVERSIVO


PENUMBRA


El Movimiento 19 de Abril M-19


El Movimiento 19 de Abril M-19 es una organización civilista, democrática, bolivariana y revolucionaria, que busca mediante el fortalecimiento de las organizaciones sociales y de la renovación en la participación política, el cambio que nuestro país necesita para alcanzar la Paz con Justicia Social, el cumplimiento de la palabra empeñada en los avances hacia la solución del conflicto armado  y alcanzar  el poder en los gobiernos locales, regionales y nacional con una fuerza de corte popular, democrático e incluyente.


REVOLUCIONARIA:
“La Revolución es una fiesta” Jaime Bateman Cayón.

“Bolívar Pueblo. Bolívar nuestro. Vuelve a quitar el sueño al opresor. A despertar al oprimido. Su espada empezó ya los nuevos combates. Ahora se enfrenta al yanqui. Al explotador. A quienes entregan nuestra patria al dólar. A quienes ahogan a nuestro pueblo en la miseria. La espada está ya en manos del pueblo y echó a andar por el camino de la lucha” M-19

La revolución como instrumento dinamizador de las sociedades es una necesidad inocultable en cualquiera de los momentos de la historia, que a pesar de tener como referentes grandes episodios bélicos, tiene también procesos que sin ser de alzamientos armados han generado cambios trascendentales en la vida y la cultura de quienes las han propiciado.

La revolución es vida, debe ser reivindicada como tal, como un avance hacia una sociedad más justa, es un instrumento emancipador; Bolívar decía que " El honor es la mejor guía en el laberinto de las Revoluciones"; y nosotros consideramos que el amor es la mejor guía en el laberinto de la vida; honor y amor por el pueblo son los motores de nuestro compromiso pasado, actual y futuro.

La revolución es amor, mientras el régimen trata de mantener inamovible el estado de cosas, nosotros nos enamoramos cada día más de nuestro compromiso y de la posibilidad de aportar al cambio, al avance a la democracia plena. En todo el mundo se levantan las consignas revolucionarias y Colombia no puede quedarse en la política de muerte y genocidio de la oligarquía y el imperio.

La revolución es una fiesta, porque los tiranos se sostienen especialmente con el engaño, la violencia y la manipulación, que desata la tristeza y la apatía de los pobladores de este país. Por eso nuestra respuesta debe ser la alegría, la felicidad  y la esperanza, debemos construir este proceso como cuando en una familia se prepara la fiesta de la quinceañera, con la misma predisposición y entrega, con la misma determinación de tirar la casa por la ventana. Solo así podemos avanzar en esta sociedad de guerras y muerte.

En Colombia la Constitución de 1991 ha sido traicionada y el Estado Social de Derecho que en ella se registra, se sanciona y se ordena, ha sido tergiversado; dejando los derechos conquistados con la concertación y el dialogo entre iguales y distintos, en el papel.

Por lo tanto hoy la defensa del Estado Social de Derecho, la profundización de la constitucionalidad y la aplicación en la vida real de la ley, con la abolición de aquellas reformas y leyes antipopulares y amañadas impuestas por las mayorías ilegales en el congreso y el poder ejecutivo, es nuestra tarea revolucionaria.

Hoy la revolución es la vida, el amor, la fiesta y la aplicación de la democracia real, la participación popular y la conquista del Gobierno por el pueblo.