21/9/13

1° El Movimiento 19 de Abril M-19



El Movimiento 19 de Abril M-19 es una organización civilista, democrática, bolivariana y revolucionaria, que busca mediante el fortalecimiento de las organizaciones sociales y de la renovación en la participación política, el cambio que nuestro país necesita para alcanzar la Paz con Justicia Social, el cumplimiento de la palabra empeñada en los avances hacia la solución del conflicto armado y alcanzar el poder en los gobiernos locales, regionales y nacional con una fuerza de corte popular, democrático e incluyente.

CIVILISTA:


“Estos fierros son hierros. Hierros mezclados con madera, no sirven para nada si no hay quién los maneje. Y los manejan los hombres. Si los hombres no tienen la voluntad de manejar esos fusiles no hay guerra. Para acabar con esa voluntad hay que resolver los problemas del pueblo Colombiano” Jaime Bateman Cayón Comandante General del M-19.



En 1990 el M-19 fundió en el horno de una metalúrgica del valle del Cauca, las armas que sus hombres y mujeres empuñaron en la lucha por una Colombia Democrática y Justa, después de la firma de los acuerdos de Santo Domingo Cauca con el Gobierno de Virgilio Barco. No entregamos una sola arma al Estado colombiano, porque nuestra decisión inquebrantable fue que nunca más nuestras armas se utilizarían para cegar la vida de nuestros compatriotas y que nuestra palabra empeñada con el pueblo seria en adelante buscar el camino de la reconciliación nacional quitándole a la oligarquía el pretexto que ha mantenido su violenta respuesta, de mantener la guerra contra la población civil como supuesta respuesta a nuestras acciones armadas.






De la misma forma en que dejamos la lucha armada, reafirmamos nuestro compromiso de no dejar nuestra lucha por la Democracia Plena, por la Justicia social, la Equidad económica y la participación del pueblo colombiano en la toma de las decisiones de todos los asuntos que le competen al desarrollo pleno de su vida digna.



Para esto impulsamos la creación del Partido Político Alianza Democrática M-19 que participó en la promulgación de la Constitución de 1991. Sin embargo luego de firmada la Constitución Nacional se “mató el tigre y nos asustamos con el cuero”, se revocó el Congreso de la Republica pero no se propició el cambio en las costumbres políticas, permitiendo que la clase corrupta culpable del robo, la muerte y la guerra, siga con sus mismas practicas clientelistas (compra y venta de votos), con la operación “avispa” (lanzando varias listas de los mismos partidos) y peor aún, permitiendo que representantes de la politiquería en las regiones hagan parte de las listas de la AD M19 al Congreso y cargos de elección popular, se practicó una política alejada del pueblo colombiano y cada elección fue la crónica de una muerte anunciada.






Cada quien asumió su decisión frente a las coyunturas electorales e hizo tolda aparte, se crearon espacios electorales individuales o de pequeño grupos, microempresas para sacar votos; se generaron falsas expectativas con alianzas de marcado compromiso electoral y nos fuimos alejando del pueblo colombiano, razón de nuestra lucha y de nuestro accionar político, social y cultural que nos lleve a ser GOBIERNO.






Se abandonó la lucha por una democracia real y se asumió el discurso del “capitalismo con rostro humano”, sofisma de distracción para la conciencia de aquellos que decidieron dejar la lucha a cambio de una vida más cómoda, más segura y más placentera.


Hoy consideramos que como primer paso, debemos reconocer los errores en los que caímos. Que con las campañas electorales y el abandono de la organización de base, causamos nuestra derrota en las urnas, lo cual sembró más desesperanza en la gente, generó más confusión en nuestros simpatizantes y amigos y abonó el terreno para que la extrema derecha se fortaleciera en la base social y se apoderara de las instituciones en todo nivel creando el desmonte sistemático de la Constitución Política de Colombia en los acuerdos fundamentales por la paz con Justicia social.






Aun así estamos convencidos que esa derrota puede ser reversada con el trabajo de quienes aún reivindicamos este compromiso de patria, de pueblo y de futuro que realizamos con nuestros hijos e hijas y las generaciones venideras.






Las sucesiones de las llamadas “olas” electorales (AD M19, POLO, PARTIDO VERDE), así como las innumerables veces que en las elecciones locales, Incluida Bogotá, han ganado propuestas diferentes al bipartidismo oficial o camuflado, son una muestra que es posible reencontrar el rumbo.

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